La música tradicional que se toca en las fiestas para los santos patronos es la jarana. Se desconoce su origen. El conjunto está conformado generalmente de una trompeta, un trombón, dos saxofones, timbales y un tambor grande, aunque pueden ser menos instrumentos.
La jarana se baila en dos formas. Una es el 3 por 4 que se baila valseada. Otra es el 6 por 8 que se baila zapateando. La pareja baila sin tocar al otro participante, y cuando la música cambia, cambia también la forma de bailar. En ciertas variaciones los danzantes levantan los brazos mientras castañetean los dedos.