Quizás la fiesta más importante en los pueblos indígenas tradicionales es la que se celebra cuando vienen las almas de las personas muertas para visitar las casas donde vivían. El 31 de octubre vienen las "almas chicas" y el 1 de noviembre vienen las "almas grandes". Son recibidos con respeto, con rezos y con cierto miedo, porque como ya no son de aquí, hay que tener cuidado, porque cosas raras pueden pasar.